Simpática, amable, cariñosa, cordial… así era una pequeña pelirroja pecosa llamada Lindsay Lohan. Descendiente de inmigrantes italianos e irlandeses, su familia emigró a EEUU para conseguir una mejor condición económica. Lo que nunca imaginaron fue que su hija consiguiera más fortuna de la que jamás habrían podido imaginar. Tanto dinero tendría la pequeña Lindsay, que jamás volvió a ser la misma niña inocente.
Lo que muchos no saben es que esta nueva vida que lleva ahora, llena de drogas, alcohol y promiscuidad, le viene de familia. Su padre pasaba largas estancias en la prisión, y cuando éste llegaba a casa por la noche, Lidnsay se escondía de él.
Parecía que esto no tenía nada que ver con la pequeña pelirroja, cuando inició en el mundo del espectáculo. Empezó su carrera publicitaria con sólo 3 años, donde la podemos ver en algunos anuncios de Wendy’s, Pizza Hut o Padres Felices entre otros.
Poco a poco fue consiguiendo más fama y más dinero, llegando a ser una de las mejor pagadas de Hollyowood, con un sueldo aproximado de 8 millones (siempre teniendo en cuenta que consigue más patrimonio mediante el cine, que con su carrera musical).
Tanto dinero no es bueno para nadie, y menos para una chica tan joven. Empezó con el alcohol, siguió con las drogas, y acabó haciéndose fotos subidas de tono que acabaron pululando por Internet gracias (o por culpa) de sus ex parejas y de sus “amigas”.
Como resultado tenemos a una joven alocada llena de problemas. Entró en un centro de desintoxicación (realmente a más de uno) donde se gasto mucho dinero, a eso hay que sumarle sus “pequeños” caprichos de niña Disney, donde (para que veáis de que cantidades estamos hablando) llegó a gastarse 450.000 $ sólo por alojarse en el hotel “Chateau Marmont” de Hollywood, a esta “preciosa” cifra hay que sumarle los 500.000 $ que le costó tener un chofer disponible durante las 24 horas del día. Esto sólo da paso a un único resultado: completa bancarrota.
Según el periódico “The Sun”, actuallmente Lindsay Lohan no tiene dinero para pagar su propio alquiler y ha tenido que mudarse a la mansión de una amiga cercana (ya que vas a casa de alguien, que sea grande).
Además también se ha visto obligada a vender dos propiedades (una en Los Ángeles y otra en Nueva York), por no poder soportar los gastos que tiene mantener dos casas.
El debate está abierto. Niños prodigio: ¿estrellas o estrellados? Lo único que está claro es que para los niños prodigio el éxito es algo difícil de digerir.
Eva