La estrella de todas las estrellas estrelladas es, sin duda alguna, Macaulay Culkin.
El niño prodigio por excelencia, Macaulay Culkin, protagonista de la saga “Home alone” entró en un mundo lleno de problemas familiares, alcohol, drogas y dinero.
Macaulay Culkin ascendió a la fama con tan sólo 10 años, pero el éxito prematuro provocó que sus padres se divorciaran y se pelearan por la custodia de su hijo. Los problemas familiares y la gran cantidad de dinero que manejaba, provocó que Macaulay pasara por la adolescencia siendo un chico conflictivo y un alcohólico.
El joven neoyorquino, sin el apoyo apropiado, se descarriló. Su matrimonio con la actriz Rachel Miner, cuando él sólo tenía 18 años y ella 17, y su divorcio poco tiempo después sólo consiguió empeorar la situación. Macaulay entró al oscuro mundo de las drogas, el alcohol y las adicciones. En 2004 fue detenido por posesión de drogas y de sustancias peligrosas sin prescripción médica.
El descenso de uno dio paso al ascenso de otros, cuyo éxito subía como la espuma. Paralelamente Macaulay Culkin ha intentado volver al cine, con papeles arriesgados y muy distintos entre ellos, para evitar encasillarse otra vez.
Mientras Culkin sigue deambulado como actor de fama pasada, los nuevos siguen cosechando fama y dinero. Para lo que para unos es fama, dinero y gloria, para otros se convierte en alcohol, drogas y problemas de varia índole.
El debate está abierto. Niños prodigio: ¿estrellas o estrellados? Lo único que está claro es que para los niños prodigio el éxito es algo difícil de digerir.
Eva